sábado, 4 de octubre de 2008

Introducción




En los últimos meses Bolivia fue escenario de protestas, revueltas y manifestaciones que llevaron al país a una situación de crisis interna. El conflicto se desató por los enfrentamientos entre el gobierno central del presidente Evo Morales y los gobiernos locales de algunas regiones que aspiran a una mayor autonomía e incluso a su separación para constituirse en estados independientes.
A consecuencia de la crisis en Bolivia, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, convocó a una reunión urgente a los presidentes de UNASUR el día 15 de septiembre para buscar una salida. En la reunión los mandatarios sudamericanos labraron un documento donde se respalda al gobierno constitucional de Evo Morales y a la continuidad democrática en Bolivia, rechazando toda posibilidad de división en el país.
Para comprender el conflicto en Bolivia hay que tener en cuenta que éste es producto de pujas por motivos económicos, políticos y raciales que se dan por la conformación misma de Bolivia.
La población boliviana está conformada en un 54 % por indios, 30% de mestizos y 15% de blancos. Entre los indios los grupos más numerosos son los aimaraes, quechuas y guaraníes. Entre las diferentes colectividades existen rivalidades que han llevado a enfrentamientos provocados por el racismo mutuo que en los últimos tiempos.
A pesar de los problemas raciales los conflictos, más que nada, encuentran su causa en motivos económicos. Las regiones que buscan su independencia son las más ricas del país: Tarija, Santa Cruz de la Sierra, Beni y Pando. Las dos primeras poseen los principales yacimientos petrolíferos y gasíferos de Bolivia y las cuatro conforman la principal zona agropecuaria del país, con la producción de granos como el maíz, hortalizas, café, arroz, té, frutas variadas, caña de azúcar y una importante producción maderera en la zona de las Yungas (selva boliviana).
La actividad industrial está, en general, poco desarrollada aunque va tomando incremento en las regiones más ricas donde la construcción de oleoductos y gasoductos para la explotación del subsuelo han favorecido la economía local.
El conflicto boliviano no es producto de simples cuestiones políticas, sino que encuentra sus bases en motivos más profundos: los enfrentamientos por los desequilibrios económicos entre las diferentes regiones y las diferencias étnicas del pueblo boliviano.





pablo loguercio,sebastian ciro, jonathan ballester

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