domingo, 5 de octubre de 2008

Masacre del 11 de septiembre y declaración del estado de sitio en Pando

El 11 de septiembre al menos dieciseis campesinos simpatizantes del Presidente Morales, resultaron asesinados en un lugar selvático conocido en la zona de Porvenir, a 30 kilómetros de Cobija, capital del Departamento de Pando, por un grupo de civiles armados no identificados. El Vicepresidente de la Nación dispuso un día de duelo por los manifestantes asesinados en Pando, en tanto que el Viceministro de Coordinación con Sectores Sociales y la Sociedad Civil, denunció expresamente al prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, por haber ordenado la matanza, conocida como Masacre de Porvenir. Fernández negó enfáticamente las acusaciones.
Con el paso de los días, comenzó a revelarse que serían muchos más los campesinos víctimas en la matanza de Pando, estimándose en al menos 30 personas muertas y más de 100 desaparecidos. Los campesinos, muchos de ellos masistas, aseguran haber sido emboscados por funcionarios de la prefectura de Pando, cuando se dirigían a Cobija a apoyar al gobierno nacional. Los autonomistas aseguran que fueron los campesinos lo que iniciaron el enfrentamiento, utilizando armas de fuego y petardos con dinamita.
El hecho de que los sucesos se verificaran en una zona apartada, fuera del alcance de la prensa independiente, hizo que los mismos no fueran conocidos en un primer momento. Con el paso de los días fueron surgiendo gran cantidad de rumores, versiones y testimomios sobre cómo sucedió la matanza y la magnitud de la misma. La investigación de la masacre quedó a cargo de la Fiscalía General y de una Comisión Internacional de UNASUR. Ese mismo día el Presidente Evo Morales expulsó del país al embajador estadounidense Philip Goldberg, acusándolo de apoyar las movilizaciones opositoras a favor de las autonomías departamentales y entrometerse en los asuntos internos de Bolivia. A los pocos días, el Presidente estadounidense George W. Bush incluyó a Bolivia en la "lista negra" del narcotráfico, al considerar que el Estado boliviano había fallado en su colaboración a la hora de combatirlo.El Presidente Evo Morales calificó esta medida como una represalia estadounidense por la expulsión de su embajador.
Ante la gravedad de los sucesos de Pando, el gobierno nacional dispuso el estado de sitio en ese departamento desde el 12 de septiembre, ordenando a las fuerzas de seguridad tomar control del aeropuerto y la ciudad. El prefecto Fernández, a su vez, dio orden a los grupos civiles bajo su mando, de resistir por la fuerza el ingreso a las fuerzas nacionales.
El 12 de septiembre la filial boliviana de Amnistía Internacional emitió un comunicado titulado "Bolivia: El respeto a los derechos humanos es fundamental para parar la escalada de violencia". El documento declara, entre otras cosas, su preocupación por "la discriminación y el racismo contra la población indígena" que han caracterizado las movilizaciones masivas en la zona de la Media Luna, mencionando expresamente la presencia de "grupos de choque en Santa Cruz, al parecer, entre ellos, la Unión Juvenil Cruceñista".





ALUMNOS :Loguercio Pablo, Ciro Sebastian, Ballester Jonathan

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